La responsabilidad social empresarial implica que las empresas se comprometan a actuar de manera ética y transparente, a respetar los derechos humanos, a proteger el medio ambiente y a contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades en las que operan. Esto puede incluir acciones como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la adopción de prácticas laborales justas, la promoción de la diversidad y la inclusión, la donación de recursos a organizaciones benéficas y la implementación de programas de responsabilidad social en las comunidades que están cerca de sus fábricas o instalaciones.
En resumen, la responsabilidad social empresarial es un enfoque en el que las empresas asumen un compromiso voluntario de gestionar su impacto en la sociedad y en el medio ambiente, y de generar un impacto positivo en la sociedad a través de prácticas éticas y sostenibles.
Su importancia se traduce en:
1. Mejora la imagen de la empresa: Las empresas que adoptan prácticas socialmente responsables pueden mejorar su imagen y reputación ante sus clientes, empleados y la sociedad en general.
2. Aumenta la lealtad y el compromiso de los empleados: Los empleados que trabajan en una empresa socialmente responsable pueden sentirse más comprometidos y leales a la empresa, lo que puede mejorar la productividad y reducir la rotación de personal.
3. Aumenta la satisfacción del cliente: Los consumidores son cada vez más conscientes de las prácticas sociales y medioambientales de las empresas, y tienden a elegir aquellas que demuestran un compromiso con la sociedad y el medio ambiente.
4. Contribuye al desarrollo sostenible: Las empresas que adoptan prácticas socialmente responsables pueden contribuir al desarrollo sostenible, al reducir su impacto ambiental y mejorar las condiciones sociales y económicas en las comunidades donde operan.
5. Reduce los riesgos legales y regulatorios: Las empresas que no cumplen con las regulaciones sociales y medioambientales pueden enfrentar multas y sanciones legales, lo que puede tener un impacto negativo en sus finanzas y reputación.
Para conocer otros aspectos de la responsabilidad social empresarial y su aplicación consultamos a Ángela Garcés, gerente de gestión humana y sostenibilidad del grupo Coquecol, para qué nos amplié el tema y nos hable sobre el éxito de un plan de responsabilidad social empresarial
Legis Gestión Humana: ¿Cómo define la responsabilidad social empresarial?
Angela Garcés: Para nosotros la responsabilidad social empresarial o la gestión social, desde hace varios años es importante, de hecho, tenemos una fundación en el grupo Coquecol, que es ese brazo que hace todo el desarrollo de nuestra gestión social y ha sido un eje súper importante en el desarrollo corporativo, siempre con ese objetivo de lograr esa licencia social en nuestras zonas de influencia.
Como empresa siempre buscamos generar un impacto positivo en nuestros grupos de interés. Pensando siempre en aportar al desarrollo social de las comunidades en nuestra zona de influencia. Somos conscientes de esa milla extra, que como empresa tenemos que aportar a estas zonas rurales donde tenemos nuestras plantas de operación. Y es por eso además que desde hace unos cuatro años el grupo Coquecol no solo habla de responsabilidad social o de gestión social, sino que nos ha parecido ganador desarrollar una estrategia de sostenibilidad y se ha convertido en una parte esencial de nuestro direccionamiento corporativo.
Realmente hemos involucrado la gestión social, la gestión ambiental, dentro de nuestro direccionamiento estratégico y es la clave para lograr nuestro propósito corporativo, del cual también hemos venido construyendo. Ya hace un par de años, ya no hablando tanto de visión, de misión, sino de un propósito corporativo. Y este propósito para nosotros es contribuir al progreso humano, generando confianza y sostenibilidad desde el origen del acero.
Actualmente, el grupo Coquecol aporta al desarrollo de las comunidades cercanas a nuestros centros de operación, beneficiando a más de 15.000 personas con nuestros programas sociales.
LGH: ¿Cómo puede medirse la efectividad de un proyecto de responsabilidad social empresarial?
Angela Garcés: Nosotros tenemos como varios elementos, uno es una medición de reputación. El año pasado hicimos una, participamos, por ejemplo, en la medición de reputación de brújula minera, en la cual ocupamos, por un lado, el tercer puesto de las empresas preferidas por los trabajadores del sector minero. Entonces eso ya nos da una ruta porque ahí preguntan temas de impacto social, de impacto ambiental, de nuestra participación con las entidades locales.
Entonces, por un lado, tenemos ese aspecto, estuvimos dentro de las diez empresas con mayor reputación. Entonces eso ya nos empieza a dar señales claras de que estamos haciendo una gestión social donde nuestras comunidades, los trabajadores del sector, reflejado en el sistema. ESG donde tenemos unos indicadores que nos ayudan a monitorear, entonces tenemos un impacto positivo en personas.
Nosotros anualmente desarrollamos unos espacios con nuestras comunidades como una rendición de cuentas, por decirlo de alguna forma, donde compartimos con nuestras comunidades nuestro trabajo social, el resultado de nuestra gestión social y abrimos el espacio para que haya esa interacción con nuestras comunidades, precisamente para oírlos y saber de primera mano que esos planes y esa estrategia de gestión social está siendo acertada con esas necesidades de las comunidades.
Tenemos como esos tres tipos de medición, por decirlo de alguna forma, y este año además vamos a realizar con una empresa externa una medición de impacto social y ahí también nos va a dar elementos adicionales para poder identificar si estos planes sociales están siendo acertados a las necesidades de nuestras comunidades. Es un elemento adicional que estamos involucrando este año 2023.
LGH: ¿Cómo se articuló la ley del árbol a los proyectos de responsabilidad social de Coquecol?
Angela Garcés: Tenemos la gestión para el desarrollo ambiental y ahí es donde estamos trabajando el programa que se menciona, nos hemos aliado porque de hecho la norma así lo dice de alinearnos con las alcaldías locales, porque las alcaldías son las que disponen los lugares para que se realicen estas siembras. Y entonces lo hemos venido trabajando con el municipio de Gacheta, que es ese municipio que más cerca está a una de nuestras plantas de producción.
Y en este eje, también desde lo social, con nuestros líderes comunitarios, con los jóvenes de los colegios, de las instituciones, hemos venido desarrollando programas de reforestación. Tenemos como meta este año, por ejemplo, sembrar 35.000 árboles como parte de la gestión social ambiental, y vamos a trabajar en Norte de Santander, un programa con los campesinos donde les damos una manutención y ellos se encargan de cuidar esos árboles que nosotros sembramos, porque a veces las personas creen que solo es la reforestación, pero detrás de la reforestación hay un proceso de cuidado de todas estas siembras que se realizan para que al final tengan un proceso exitoso.
También tenemos un programa que es de Generación Verde, que es trabajar también con jóvenes y con líderes comunitarios para hablar de temas como economía circular, manejo del agua, cuidado del agua, manejo adecuado de las basuras, es llevar el cuidado ambiental al día a día de nuestras comunidades. Creo que eso es una acción fundamental para que los temas ambientales de las zonas rurales cojan mucha más fuerza y maduración y podamos hacer este trabajo entre empresa privada y comunidades.
LGH: ¿Qué consejo puede dar a los equipos de recursos humanos y líderes de empresas para generar un proyecto de responsabilidad social empresarial eficiente?
Angela Garcés: Yo creo que hoy en día es muy importante que las empresas que el sector privado se involucren estrategias de sostenibilidad, una gestión sostenible como parte esencial de la estrategia corporativa. Tiene que estar en el primer nivel de la organización, esa visión de sostenibilidad. Es indispensable garantizar la generación de valor compartido con todos nuestros grupos de interés, trabajar articuladamente con nuestros colaboradores, con nuestras comunidades, con las entidades de gobierno, con nuestros proveedores.
Entender que somos un ecosistema. Eso es lo primero. Y ¿por qué hablo tanto de sostenibilidad? Ya hemos avanzado porque es que la sostenibilidad al final involucra tres ejes muy importantes que es el económico, el ambiental y el social. Cuando tú logras articular estos tres ejes, estás teniendo una estrategia desde lo social, desde lo económico mucho más integral, que logras tener un impacto más positivo y más estructurado.
Por supuesto, lo que buscamos con esto es tener operaciones más eficientes, más competitivas, pero sobre todo comprometidas con el desarrollo del país. Entonces es fundamental que las empresas dentro de esa estrategia sostenible, y ese plan de gestión social que responde a las comunidades donde operan, involucren, empiecen a involucrar conceptos de economía circular. ¿Qué hago con mis residuos? ¿Cómo logro cerrar el círculo para que seamos procesos productivos mucho más eficientes? ¿Cómo desarrollamos ecosistemas de abastecimiento sostenible? Tenemos que tener la conciencia y cuando uno habla de sostenibilidad no solo es gestión social, ya empiezas a involucrar grupos de interés tan importantes como son tus proveedores, donde tú tienes que hacerte responsable no solo de lo que haces, sino de esos proveedores con los que tú trabajas.
Por ejemplo, el grupo Coquecol el año pasado ya tuvo su primer premio en sostenibilidad que premió las mejores prácticas de los proveedores con los que trabajamos. Entonces, lo que buscamos al final del día es que el crecimiento neto y esa visión sostenible no solo sea de nosotros como empresa, sino empezarlo a replicar a nuestros proveedores, porque, entre otras cosas, Coquecol ha hecho que haya proveedores que vayan creciendo en estas zonas de influencia, como el proveedor de casino, el proveedor de transporte y de muchos de nuestros suministros.
Entonces tenemos que acompañarlos también a que evolucionen en esas estrategias de sostenibilidad mucho más integrales, que se vuelvan organizaciones más responsables. También es muy importante que dentro de esta estrategia de sostenibilidad haya programas de acción climática, que las empresas midan su huella de carbono para que a partir de esta medición puedan empezar a reducir las emisiones.
No olvidar el tema de derechos humanos y que realmente tanto la empresa como sus grupos de interés sepan y se asegure de que somos responsables con los derechos humanos, que tenemos un gobierno corporativo sólido, con programas de ética efectivos, rigurosos y hoy en día también. Todo esto debe ir acompañado de un sistema de gestión, ese eje, para que precisamente tengas una línea base de medición, puedas ir cerrando brechas, puedas ir definiendo planes de mejora a partir de esos indicadores.
Te invitamos a ver la entrevista completa:
Te invitamos a escuchar nuestro podcast: