Employer Branding: Propuesta de valor al empleado y marca empleadora
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Hace un tiempo era común pensar que los candidatos aceptaban una propuesta laboral por el simple hecho de ofrecerle un salario competitivo, pero, la realidad de hoy en día dista mucho de lo que se pensaba antes. Ahora el talento humano selecciona a la empresa en la que desea trabajar no solo por el salario o el tipo de trabajo que va a realizar, sino también por la reputación de la compañía.
Así lo demuestra el estudio realizado por la firma ManpowerGroup Solutions: “El nuevo rol de la ‘Marca Empleador’: si construyes nombre, el talento humano llegará”, que señala que los candidatos ahora buscan e investigan sobre aquellas organizaciones en las que les gustaría trabajar. De esta forma, la reputación de la marca es un factor clave a la hora de tomar la decisión de aceptar o no un empleo.
Es por esto que la gestión de la marca se convierte en una estrategia primordial en dos vías, para atraer al mejor talento y para fidelizar a los colaboradores. Se dice que las empresas que gestionan de manera efectiva su marca como empleadora pueden lograr beneficios bastantes interesantes, tales como la reducción de hasta un 10% en costes en nómina, la disminución de hasta un 30% en la rotación de personal y el aumento en la motivación y compromiso de los colaboradores.
Pero ¿Qué se necesita para gestionar la imagen? Para Natalia Godoy, líder de consultoría de la compañía Consultores Organizacionales y Cia de Talentos, se deben tener en cuenta tres elementos esenciales: contar con una Propuesta de Valor al Empleado (PVE, por sus siglas en inglés) clara, además de vivirla y mostrarla.
Partiendo del hecho de que todas las empresas cuentan con una marca empleadora, en el sentido que proyectan una imagen que las puede hacer atractivas o no para trabajar, vale la pena replantearse que tan coherente es lo que se vive al interior de la compañía frente a lo que se está proyectando al exterior, lo que incluye a todos los públicos de interés y agentes estratégicos.
Un punto de partida es analizar qué PVE estamos brindando y si los colaboradores lo perciben como algo que realmente les aporta valor.
Un ejercicio para identificar si la propuesta realmente aporta valor es responder a las siguientes preguntas:
- ¿Por qué debería quedarme en esta organización?
- ¿Por qué debería dar lo mejor de mí a esta organización?
- ¿Por qué debería recomendar esta organización?
- ¿Por qué debería unirme a esta organización?
- ¿Por qué debería volver a trabajar en esta organización?
Contestar de manera clara estas preguntas indica que se va por buen camino, sin embargo, no lo es todo, se deberá hacer una construcción colectiva e identificar si para todos los colaboradores es igualmente clara o, si de lo contrario, se deberá trabajar sobre la propuesta y cómo se está comunicando, de forma tal que cada colaborador la entienda e interiorice como parte de su vida en una organización en la cual cree y confía.
Se debe recordar que, así como en el marketing de productos y servicios, un cliente satisfecho es el mejor embajador de una compañía; en el marketing de gestión humana (Employer Branding) los colaboradores comprometidos serán los principales embajadores de la marca y quienes contribuirán a transmitir en el mercado los valores de la compañía y el posicionamiento como buenos empleadores.
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