Esto incluye la adecuación de los espacios laborales, la provisión de tecnologías de asistencia y la adopción de estrategias de comunicación accesibles.

Realizar este tipo de actividades no debe poner en riesgo el ejercicio de otras libertades y derechos fundamentales en el trabajo.

La discriminación por salud sí existe. Negarla equivale, en la práctica, a permitirla.

La discriminación por salud sí existe. Negarla equivale, en la práctica, a permitirla.

El uso de un lenguaje inclusivo y no sexista es fundamental para promover el respeto y la diversidad en las organizaciones.